martes, 10 de febrero de 2009

El amor y la equisbox360

Título aún más raro que el de ayer, entrada que es mejor leer antes de continuar. En realidad no es quiera hablar de consolas, aunque sí lo parezca.

Esta vez hablemos de la Xbox360, bueno, no de la consola en sí, sino lo que he observado en alguno de sus compradores, incluido yo. El caso es que, ni mucho menos, la de Microsoft despertó el ansia y la expectación que creó la Playstation 3, eso está claro, pero eso no es malo, al contrario. Con la Xbox360 hay muchos casos distintos pero interesantes de contar. Es esa consola que no te planteas comprar, la ves por ahí, mola y tal, pero que no la ves necesaria… hasta que un día, ¡ZAS! Te llama la atención. Y entonces miras de conocer como es la consola realmente, sin deseos fingidos ni engaños idealistas. Y lo curioso, es que como no es una consola que idealizaras mientras el deseo y el ansia aumentaban, pues no sientes tanta necesidad de comentar a los demás lo mucho que deseas tener esa consola. Es algo más entre uno mismo y la consola. Finalmente, cuando ya la conoces, compruebas que, bueno, tiene sus defectos, pero por lo general ves que es una buena consola y en realidad, es lo que te conviene y te hace sentir bien, lo pasas bien con ella, y no hay desengaños porque desde el principio supiste que era una consola normal pero interesante, con sus cosas buenas y malas. Es más, acaba sorprendiéndote por donde no lo esperabas y ya siempre será tu consola favorita.

1 comentario:

Cabeza de Hierro dijo...

Hay algo que no me acaba de cuadrar, en este (por ahora) binomio de entradas complementarias. Es como si quisieses defender que la actitud de uno respecto a lo que se encuentra influye en lo encontrado.
No sé, pienso que se puede idealizar a una persona y aun así acertar con las compatibilidades de ella respecto a uno mismo, o descubrir poco a poco a una e ilusionarse con ella para luego descubrir que al fin y al cabo se perseguía una quimera.
Igual son casos extremos, pero sigo creyendo que en estos casos no solo el observador sino también el objeto de sus atenciones son muy importantes.
Igualmente, gran entrada. En espera ferviente de ver acabar la saga ^_-